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Los Reglamentos de Zonificación

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 Los reglamentos de zonificación, igual que los de construcción, son promulgados por las autoridades competentes con el fin de proteger la salud, el bienestar y la seguridad del público. Sin embargo, la zonificación regula el uso del suelo mediante el control de los tipos de ocupación y la altura de los edificios, así como de la densidad y actividades de la población en zonas específicas de cada jurisdicción.

Estos reglamentos los suele establecer una comisión de planificación y ésta, o una oficina de obras públicas, los administra. Las medidas de control de uso del suelo adoptadas por la comisión local de planificación se indican en un mapa de zonas, en el que la jurisdicción se divide en distritos, se muestra el tipo de ocupación que se permite en cada uno (p. ej., comercial, industrial o residencial), se estipulan las limitaciones que se imponen a la altura y el volumen de los edificios, y se determina la máxima densidad de población de cada distrito.

 

Usualmente, la comisión de planificación elabora un plan maestro como guía del crecimiento de la jurisdicción. Parte importante de éste es un plan para el uso futuro del suelo. El objetivo de la comisión es dirigir los cambios en el mapa de zonificación según el plan de uso futuro del suelo. Sin embargo, dicha comisión no tiene que apegarse de modo inflexible a los planes futuros, pues, según lo dicten las condiciones, puede aprobar variantes de cualquiera de los reglamentos.

 

Además, tiene la facultad de establecer reglamentos para el fraccionamiento del suelo, a fin de controlar la urbanización de terrenos grandes. Aunque en el mapa local de zonificación se especifican la superficie mínima del lote para un edificio y el frente mínimo que debe tener éste hacia la calle, los reglamentos de fraccionamiento de la tierra especifican el grado de mejoras urbanas que se harán en los nuevos proyectos de urbanización. En estos reglamentos se incluyen criterios para localización, nivelación, anchura y tipo de pavimento que deben tener las calles, la longitud de las cuadras (manzanas), los espacios abiertos necesarios y los derechos de vía para servicios públicos.

También cabe la posibilidad de que una jurisdicción esté subdividida en zonas de frecuencia de incendios, según la densidad de población y el grado probable de riesgo. El mapa de zonas de incendio impone a los tipos de construcción limitaciones que no aparecen en un mapa de zonificación ordinario.

En las cercanías de aeropuertos, la zonificación sirve para dejar despejadas las zonas de aproximación para el aterrizaje y despegue de aviones, y al mismo tiempo para tomar en consideración las distancias de atenuación de ruido en las inmediaciones del aeropuerto. En la zonificación de aeropuertos, la altura de los edificios se limita según su distancia a partir de las pistas.