Obras públicas

Una de las aplicaciones más útiles de la ingeniería civil es la que se encarga de dotar de equipamientos todas las ciudades y zonas urbanas del mundo, además de formar parte de una de las labores empresariales que dan trabajo a un número muy elevado de profesionales, de modo que se puede asegurar que las obras públicas son, en muchas ocasiones, la base de la economía de muchas zonas que de otra manera solo serían una fuente de problemas derivados de la pérdida de empleos y el deterioro de la economía familiar de muchas personas.

Con las obras públicas se consiguen dos objetivos principales: dinamizar la economía ofreciendo trabajo gracias a la ingeniería civil, lo que a su vez fomenta que otras industrias se vean beneficiadas por el consumo, y dotar de servicios a los ciudadanos, lo que aumenta el nivel de vida, la sensación de confort y la felicidad de quienes viven en lugares en los que se realizan de manera regular estas obras, además de su correcto mantenimiento y renovación.

Los responsables de estas obras deben ser profesionales bien cualificados y que estén al tanto de las novedades tanto en los materiales como en las técnicas a emplear.