Tratamiento para el Hormigon con Eflorescencias

Las eflorescencias son depósitos de sales cristalinas que aparecen en la superficie del hormigón endurecido. Su origen es debido a la circulación del agua dentro de la masa del hormigón. Casi todos los hormigones están más o menos sometidos a este fenómeno.

Al ser el hormigón un material poroso y presentar en muchos casos además figuración, el agua circula por su interior y lleva a la superficie el hidróxido de calcio que proviene de la reacción entre el cemento y el agua. Después de evaporada el agua, el hidróxido de calcio que se encuentra en la superficie reacciona con el dióxido de carbono del aire, formando carbonato de calcio, que es el compuesto de color blanco que constituye el depósito cristalino.

En otros casos, que se presentan con menor frecuencia, las eflorescencias son originadas bien por el cloruro de sodio o sales similares que se encuentran en el agua de amasado, bien por la materia orgánica que contengan los áridos o aguas utilizadas en la fabricación del hormigón o por materias introducidas en la masa del hormigón por el agua circundante.

Tratamiento del Hormigón con Eflorescencias

En aquellos casos en que sea preciso eliminar las eflorescencias, hay que intentarlo en primer lugar mediante un lavado con agua.

Si no se consigue su eliminación de esta manera, hay que recurrir a la utilización de una disolución de acido clorhídrico. Esta disolución tiene una relación agua-acido de diez a uno.

La superficie de hormigón a tratar se humedece previamente con agua, después se vierte la disolución de ácido clorhídrico y finalmente se lava la superficie concienzudamente con agua, después se vierte la disolución de ácido clorhídrico y finalmente se lava la superficie concienzudamente con agua.

El manejo del acido clorhídrico por su naturaleza corrosiva debe de ser cuidadoso, protegiendo a los operatorios con las ropas adecuadas.

Conviene previamente y con objeto de determinar el efecto del tratamiento, ensayarlo en un área reducida.