Efectos de las Condiciones del Suelo

La amplitud del movimiento del terreno en un lugar específico durante un sismo no sólo depende de la distancia al epicentro, sino también del tipo de suelo en la localidad. (Algunos suelos pierden resistencia durante un sismo y provocan asentamientos diferenciales grandes en las cimentaciones, que causan daños graves en los edificios.)

El movimiento del suelo es mucho mayor en los suelos aluviales (arenas y arcillas depositadas por corrientes de agua) que en áreas rocosas o en suelos diluviales (material depositado por glaciares).

Los terrenos recuperados o los sitios rellenos generalmente sufren desplazamientos aún mayores que los suelos aluviales. Por ello, al elegir el sitio para construir en una zona donde se prevén sismos de gran intensidad durante la vida útil del inmueble, se debe dar preferencia a lugares con suelo firme o rocoso hasta una profundidad considerable; en orden de preferencia seguirán los suelos de arena y grava, y por último, los arcillosos.