Muros de Sótanos de Concreto Monolítico

Muros de Sotanos

Estos muros deben tener un espesor mínimo de 15 cm. Cuando es deseable una buena impermeabilidad, como en el caso de los sótanos habitables, se puede añadir al concreto un aglomerado ligero, como el que se elabora por calcinación o aglutinación de escoria de altos hornos, arcillas o pizarras que cumplan los requisitos de la norma C330 de la American Society for Testing and Materials (ASTM). El concreto debe tener una resistencia mínima a la compresión de 145 kg/cm2.

En cuanto al encofrado (cimbra) dentro del cual se cuelan los muros para sótanos, son preferibles los sistemas con amarres removibles internamente a los construidos con tirantes de alambre retorcido.

Los agujeros de paso de los tirantes de sujeción deben ser sellados con mortero después de retirar el encofrado. Si se usan tirantes de alambre retorcido, éstos se deben recortar a una distancia mínima de 4 cm a partir del paramento del muro; luego se rellenan con mortero los agujeros.

La resistencia del muro a la penetración capilar del agua en contacto temporal con éste se puede incrementar usando un aditivo repelente, el cual también sirve para reducir el ascenso capilar de humedad por el concreto de muros construidos por encima del nivel del terreno.

Cuando es deseable que los muros sean resistentes al paso del vapor de agua proveniente del exterior e incrementar su resistencia a la penetración capilar del agua, su paramento exterior debe ser protegido con un recubrimiento impermeable. La continuidad de ese recubrimiento y, por tanto, su capacidad para resistir la penetración de la humedad, depende de la tersura y regularidad de la superficie del concreto y de la mano de obra y la técnica usada durante la aplicación del recubrimiento.

A continuación se enumeran, en orden creciente de resistencia a la penetración de la humedad, algunos recubrimientos bituminosos:

  • Emulsiones asfálticas aplicadas con rociador o brocha.
  • Bitumen fluidificado aplicado con rociador o brocha.
  • Recubrimientos bituminosos con solvente orgánico aplicados en frío con llana.
  • Asfalto o alquitrán de hulla, aplicados en caliente, previa aplicación de un imprimador adecuado.

Las pinturas y lechadas cementicias que se aplican con brocha, y los recubrimientos de mortero (entortados), incrementan la resistencia del concreto monolítico a la humedad, sobre todo si tales recubrimientos contienen un repelente al agua. Sin embargo, en suelos propiamente drenados no se justifican tales recubrimientos, a menos que se necesiten para prevenir filtraciones a través de orificios en el concreto resultantes de la segregación de los aglomerados o de una mala mano de obra en el momento de colar los muros. Los recubrimientos con llana también sirven para emparejar irregularidades en la superficie del muro, como parte de la preparación para la aplicación de un recubrimiento bituminoso.