Principios de Arquitectura

Un edificio es una estructura firmemente plantada en el suelo, que en su interior ofrece protección para máquinas, equipos industriales, diversas actividades humanas, o cualquier combinación de éstos.

El diseño de edificios es el proceso por medio del cual se genera toda la información necesaria para la construcción de un edificio que cumpla con las exigencias del propietario, así como las de salud, bienestar y seguridad públicos. La arquitectura es el arte y ciencia del diseño de edificios. Por construcción de edificios se entiende el proceso de ensamblaje de materiales para dar forma a un edificio.

Desde el punto de vista legal, sólo se permite el diseño de edificios a personas consideradas competentes para ello, conforme a las leyes de la localidad. La capacidad o aptitud se evalúa en referencia a los estudios, experiencia y pericia del individuo, demostrados mediante examen escrito sobre técnicas de diseño.

Los arquitectos son personas a quienes las autoridades permiten ejercer la arquitectura. Los ingenieros son expertos en disciplinas científicas específicas y se les permite legalmente diseñar partes de edificios y, en algunos casos, edificios completos. En algunos países, a las personas con el título de diseñadores de edificios se les permite diseñar ciertos tipos de inmuebles.

Por lo general, la construcción en sí queda a cargo de obreros y artesanos, que laboran en conjunto para dicho fin, contratados por un individuo u organización llamados contratista general. El contratista firma un contrato con el dueño del edificio, según el cual se compromete a construir un edificio específico en el sitio determinado para ello, mientras que el dueño o cliente se obliga a pagar los materiales y servicios que se le presten. A menudo, la construcción de edificios se restringe sólo a contratistas que tienen licencia para ello, la cual es concedida por las autoridades del lugar en que se construirá.

 Al diseñar un edificio, los arquitectos se deben guiar por los siguientes principios:

  1.  El edificio debe responder a los propósitos especificados por el cliente.
  2. El proyecto debe ser ejecutable por medio de técnicas conocidas y la mano de obra y el equipo disponibles, dentro de un plazo aceptable.
  3. El edificio debe ser capaz de soportar los elementos y las condiciones de uso normal durante un tiempo razonablemente largo.
  4.  Tanto el interior como el exterior del edificio deben ser agradables a la vista.
  5.  Ninguna parte del edificio debe poner en riesgo la seguridad o la salud de sus ocupantes en condiciones de uso normal y, además, el inmueble debe contar con medios de evacuación o refugio seguros en caso de emergencia.
  6. El edificio debe proporcionar el grado de protección contra los elementos y de control de las condiciones internas aire, temperatura, humedad, iluminación y acústica señalado por el cliente, o por lo menos el señalado como mínimo para la seguridad y salud de los ocupantes.
  7. El edificio debe alterar lo menos posible el espacio ambiental del vecindario.
  8. Durante su funcionamiento debe consumir un mínimo de energía, sin detrimento de la utilidad de la estructura.
  9. La suma de los costos de construcción, operación, mantenimiento, reparación y modificaciones previstas se debe mantener dentro del margen señalado por el cliente.

 A fin de generar toda la información necesaria para la construcción de un edificio, el objetivo principal del diseño es la elaboración de dibujos o planos que muestren lo que se construirá; especificaciones que digan qué materiales y equipos se deberán incorporar al edificio; y un contrato de construcción entre el cliente y el contratista. Los proyectistas también deben supervisar el proceso de construcción mientras éste dure, lo que no sólo tiene el fin de garantizar el debido apego a los planos y especificaciones, sino también el de recabar información que podrá ser útil en proyectos futuros.