Las estimaciones se definen teniendo en cuenta por lo menos dos criterios fundamentales: calidad y uso final.
Calidad:
La calidad de una estimación de costos es directamente proporcional a la calidad y cantidad de conocimientos ingenieriles, a la experiencia de los estimadores y a los métodos utilizados para elaborar los cálculos.
Uno de los métodos que permiten definir la calidad de una estimación de costos es la grafica de puntos simplificada (fig. 24-1a). En dicha grafica se aprecia que las estimaciones van desde la estimación al tanteo (tipo 1), basa en el área y el precio unitario de construcción, hasta una estimación ingenieril tipo (5), que es una estimación de escritorio, basada en los planos y especificaciones completas.
Una estimación para licitación o concurso tipo (6) es igual que la estimación ingenieril, con la salvedad de que incluye la evaluación de las licitaciones de los subcontratistas especializados.
En las figuras 24-b y c, el grado de precisión de las estimaciones está indicado por la magnitud del margen de tolerancia de imprevistos, los cuales pueden ir desde alrededor del 25% en el tipo 1, hasta el 5% en el tipo 6. Por supuesto, ninguna estimación pertenece estrictamente a uno u otro tipo, ya que en estos los casos intervienen todo un conjunto de cualidades variables.
Uso Final:
Los tipos de estimaciones de costos se diferencian según el uso final que tendrán. Por ejemplo, las estimaciones al tanteo sirven para estudiar la viabilidad económica de un proyecto, y para conseguir o garantizar su funcionamiento. Así, para cada uno de los siguientes usos finales se puede elaborar cualquier calidad de estimación:
- Estudios.
- Apreciación comparativa.
- Verificación.
- Elaboración de presupuestos.
- Control.
- Estudios de factibilidad.
- Financiamiento.
- Propuestas.
- Licitaciones (concurso).
- Ingeniería de valores.
- Esfuerzos para calcular el alcance del proyecto.